Las operaciones de producción de celulosa y papel suponen muchos desafíos para el control de la contaminación del aire. Las calderas producen cenizas en suspensión, los equipos de procesos crean acumulación de placas de sal y los procesos internos de la planta generan diferentes tipos de polvo y humos. AAF aplica las tecnologías básicas adecuadas, con instalaciones personalizadas para las necesidades específicas de este sector, con el objetivo de cumplir y superar los objetivos de reducción de emisiones y recuperación de material.
La fuente principal de gases contaminantes en las plantas de papel y celulosa es el proceso de elaboración de la celulosa. En el proceso de elaboración de la celulosa denominado Kraft, se producen emisiones muy malolientes de compuestos de azufre reducidos. Estos compuestos se miden como azufre reducido total (TRS) e incluyen ácido sulfhídrico, metilmercaptano, sulfuro de dimetilo y disulfuro de dimetilo. A menudo, se indica que estos compuestos sulfurosos huelen a repollo podrido. En el proceso de elaboración de celulosa con sulfitos, también se emiten óxidos sulfurosos en concentraciones importantes. Otros procesos de elaboración de celulosa, como los métodos mecánico y termomecánico, generan emisiones al aire en cantidades bastante inferiores.
Además, las unidades que generan vapor y electricidad y utilizan carbón o gasóleo generan cenizas en suspensión, óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno. Una fuente secundaria de gases corrosivos en el proceso de elaboración de celulosa se da durante la fase de blanqueo. Los productos químicos utilizados para el blanqueo, que a menudo incluyen cal, son cáusticos y provocan corrosión.
Los cuatro principales procesos utilizados en los EE. UU. y Canadá son:
Para la filtración de partículas, se utilizan colectores de polvo (húmedo y seco), compartimentos de bolsas y varias etapas de productos de filtración de aire de tipo HVAC para ayudar a mantener al mínimo la presencia de fibras de madera y del polvo asociado. Garantizar la eliminación de este polvo es muy importante tanto para la calidad del papel como para mantener en buen estado los equipos de elaboración de celulosa y las máquinas de fabricación de papel.
Como mínimo, la protección de la sala de control incluye la presurización con aire purificado. Esto evita que los gases corrosivos entren en la sala de control y generen problemas de corrosión. Además, el aire de recirculación puede requerir limpieza, si la sala es una zona de tráfico elevado o si hay otras fuentes internas de contaminantes.
Se recomienda el uso de sistemas de control en tiempo real complementarios, como la tecnología SAAFShield® de AAF, para garantizar una reacción rápida a cualquier evento externo que pueda suponer la entrada de gases corrosivos en las salas de control, así como para controlar los olores.
Una auditoría completa de los filtros de aire de sus sistemas HVAC es el primer paso adoptado por AAF a la hora de proporcionarle una orientación profesional y un análisis de ahorro de costes y reducción de riesgos. Nuestro objetivo a la hora de realizar esta auditoría es conocer mejor su situación actual y asesorarle acerca de cómo su instalación puede funcionar de un modo todavía más eficiente, ayudándole así a reducir posibles riesgos y permitiéndole ahorrar tiempo y dinero.